El proceso de Laspaúles

Resumen

El proceso contra las brujas de Laspaúles ha pasado a la historia por ser uno de los juicios colectivos de brujas más numerosos del mundo. En él se culpó a veinticuatro curanderas de los males que azuzaban al pueblo: envenenar vecinos, secuestrar infantes e incluso desenterrar cadáveres para fabricar pócimas. Todas ellas fueron ahorcadas en apenas dos meses. La memoria del proceso se perdió completamente hasta la recuperación de unos manuscritos en 1981, los cuales habrían permanecido cuatro siglos ocultos en el campanario de Laspaúles.

Lugares

Laspaúles, comarca de la Ribagorza, Huesca.

Fecha

1592

Tipo de violencia

Institucionalizada. Veinticuatro mujeres fueron ahorcadas en un plazo de dos meses.

Insitución/Agente

Tribunal del Santo Oficio.

Víctimas

Veinticuatro curanderas de Laspaúles y aldeas cercanas.

Contexto

La tradición ha considerado lo que hoy es Alemania como el espacio que, entre los siglos XVI y XVII, sufrió una persecución más cruenta contra la caza de brujas. Sin embargo, el proceso de Laspaúles demuestra que también regiones los Pirineos fueron áreas de intensa actividad contra la hechicería. De hecho, Carlos Garcés sostiene que Aragón y Cataluña fueron, dentro de la península, la zona de mayor influencia de la caza de brujas, incluso más que Navarra y el País Vasco.

Las veintiocho víctimas del proceso eran parteras y curanderas de Laspaúles y de las localidades vecinas. Estos oficios nunca gozaron del favor de la sociedad moderna, pues usualmente bebían de las costumbres paganas y se alejaban de las ideas cristianas, lo cual las colocaba en la raya de la marginación social. Su profesión normalmente se toleraba por la necesidad que implicaba contar con métodos de curandería en un ambiente rural, donde apenas llegaba la influencia científica. Sin embargo, en situaciones de tensión se las culparía de los conflictos existentes. A ello se une que las acusadas de brujería eran, por lo general, mujeres mayores solteras o viudas. No contaban con un estatus social suficiente ni con redes de apoyo que las auxiliasen cuando se tornaba necesario, por lo que serían un blanco fácil de la violencia institucionalizada.

Parece que ante la muerte simultánea de varios individuos se incrementó la tensión, el miedo y la paranoia social, los cuales culminarían con una denuncia ante la Inquisición. A ello pudo sumársele el contexto de agitación producido por las denominadas Alteraciones de Aragón, ocurridas apenas unos meses antes, que avivaron las tensiones en todo el reino de Aragón. Se abrió un proceso judicial en el que se terminó acusando a veintiocho curanderas de envenenar a sus vecinos, secuestrar niños e incluso desenterrar cadáveres para fabricar pócimas con sus restos. No todas eran naturales de Laspaúles. Muchas procedían de localidades cercanas, y fueron condenadas en la misma investigación.

A lo largo de cuatro autos de fe celebrados el 4 de marzo, el 21 de marzo, el 21 de abril y 29 de abril de 1592, cuatro bruxas fueron azotadas y veinticuatro fueron condenadas a la muerte en la horca. Los nombres de las ejecutadas son: Antona Delmás, María de Joan Porter, Antona Moranjo, Margalida Sen, Margalida Seneta, Isabel Arcas, Joana Raso, Sesilia Durán, Isabel Palasín, María Dejela, Joana Torrent, Aldonsa Mur, María Durán, Joana Taulac, Barbera Herbera, Leunor Reals, María Güeri, Catalina Barón, Ana Castayn, María Garús, Catalina Cierço, Margalida Riu, María la Denuya y Antona Lanas.

Memoria de dicha violencia

El proceso de Laspaúles cayó en el olvido con el paso de las décadas. No sería hasta 1981 cuando Domingo Subías, el párroco de la localidad, descubrió un manuscrito oculto en el campanario de la Iglesia. En él aparecían importantes noticias de la localidad entre los siglos XVI y XVII, entre los cuales se mencionaba el proceso contra las hechiceras. Comenzó entonces un intenso proceso de investigación, en el cual se determinó que era el auto de fe contra la brujería con más muerte en todo el mundo.

A raíz de ello se creó el Parque Temático de las Brujas, una ruta que comunica varias sendas, en la cual abundan constantes alusiones a la brujería y un Centro de Interpretación de las Bruyxas de Laspaúles, el cual rescata la memoria de las veintiocho hechiceras procesadas en los autos de fe. Por último, cada dos años se celebra en la localidad una recreación histórica del auto de fe. Éste tiene por título Lo Consell de Laspaúls y, mezclando historia con entretenimiento, busca acercar el proceso de 1592 a las nuevas generaciones.

Bibliografía

Garcés Manau, Carlos, La mala semilla, Instituto de Estudios Altoaragoneses, Huesca, 2013.

Gari Lacruz, Ángel, Brujería e Inquisición en Aragón, Zaragoza, Delsan-Historia, 2007.

Gari Lacruz, Ángel, “Los aquelarres en Aragón según los documentos y la tradición oral”, en Nicole Jacques-Chaquin y Maxime Préaud, Le Sabbat des sorciers en Europe (XVe-XVIIIe siécles), Grenoble, Jerôme Millón, 1993, 281-298.

Tausiet Carlés, María, Ponzoña en los ojos. Brujería y superstición en Aragón en el siglo XVI. Zaragoza. Institución Fernando el Católico, 2004.

Autoría

Luis Miguel Agud Sorli (Universidad de Zaragoza)