Moros de la venganza
Contextualizada en uno de los momentos más conflictivos de la Edad Moderna aragonesa, la cuadrilla bandolera morisca llamada “los moros de la venganza” surgió, según las autoridades, como respuesta a las matanzas ocurridas en Codo y Pina de Ebro. Acaudillados por el Focero y el Cachuelo, estos bandoleros cometieron todo tipo de crímenes, robos y asesinatos entre junio y octubre de 1588. Su principal ataque se produjo el 22 de octubre de 1588, cuando la banda atacó una caravana de mercaderes que viajaba de Pozuelo de Aragón a Zaragoza, matando a una quincena de personas. Este crimen alertó definitivamente a las autoridades de su peligrosidad, de modo que comenzaron a darles caza. Pocos días después de la matanza, soldados de mandados por la ciudad de Zaragoza –en virtud del Privilegio de Veinte, derecho medieval que les otorgaba capacidad jurídica extraordinaria– asaltaron la localidad de Pleitas, donde se habían refugiado los salteadores, matando a varios vecinos y quemando parte del pueblo. En última instancia, se logró capturar a buena parte de los miembros de la cuadrilla y, posteriormente, a sus cabecillas. Todos fueron ejecutados, desterrados o condenados a galeras, desarticulando así la banda.