Masacre de la población de Codo

Resumen

En la primavera de 1588, las tensiones socioeconómicas y el vacío de poder que atravesaba el reino de Aragón van a provocar un importante repunte de la conflictividad y la violencia. En la zona de la Ribera Baja del Ebro y el Campo de Belchite esta crítica coyuntura generó importantes choques violentos entre pastores trashumantes procedentes del Pirineo y los labradores cristianos nuevos de la zona, enfrentamiento que ha fue bautizado como la guerra entre montañeses y moriscos. El conflicto, inicialmente de naturaleza económica y consecuencia de la lucha por el espacio entre agricultores y ganaderos, acabó envuelto en un discurso milenarista cristiano por p arte de los montañeses que trataba de justificar la violencia contra los moriscos. La espiral de violencia culminó con el asalto de una tropa compuesta por trescientos pastores y bandoleros contra la localidad de Codo el 4 de abril de 1588. Como consecuencia de este ataque, el pueblo fue saqueado, incendiado y destruido. Con todo, el conflictivo no terminaría con este suceso, produciéndose el 28 de abril la matanza de los moriscos de Pina de Ebro.

Lugar

Codo (Zaragoza), Plaza de San Bernardo

Fecha

4 de abril de 1588

Tipo de violencia

física, asesinato y destrucción. Masacre de buena parte de los vecinos de la localidad y destrucción de parte del pueblo.

Insitución/Agente

Un grupo de pastores procedentes del Pirineo aragonés liderados por el bandolero Miguel Barber.

Víctimas

Número desconocido. Buena parte de vecinos de Codo.

Contexto

A partir de 1585, Aragón vivió un momento de importante conflictividad social, propiciado tanto por tensiones socioeconómicas como por la inestabilidad política. La violencia cotidiana se extendió por buena parte del reino y de las capas sociales. Como consecuencia, la década de los 80 del siglo XVI fue el momento de mayor proliferación del bandolerismo en Aragón.

En la zona del valle del Ebro, las tensiones económicas dieron lugar a enfrentamientos entre labradores moriscos y pastores trashumantes pirenaicos. La lucha por la utilización del espacio fue radicalizándose hasta producirse los primeros asesinatos de pastores, que a su vez eran respondidos con crímenes similares contra los moriscos. Esta espiral de violencia escaló hasta el punto de producirse asesinatos colectivos dirigidos contra los cristianos nuevos. En última instancia, el factor catalizador de esta explosión de violencia fue el bandolerismo. La intromisión de bandoleros en el conflicto entre pastores y moriscos envalentonó a los primeros y favoreció que se produjeran tanto la destrucción de Codo como la masacre de Pina de Ebro.

A principios de 1588, al mismo tiempo que el virrey de Aragón se instalaba en Belchite para dirigir desde allí la contención de la conflictividad social que azotaba la zona, los pastores pirenaicos se aliaron con los bandoleros Miguel Barber y Antonio Martón, quienes comenzaron a organizar estratégicamente las acciones violentas delos montañeses. Fue así como se puso sobre la mesa la necesidad de realizar un gran golpe contra la localidad morisca de Codo.

El ataque se realizó el 4 de abril de 1588. Pese a que inicialmente los vecinos lograron repeler la ofensiva, finalmente los montañeses tomaron el pueblo, lo saquearon y lo incendiaron, matando a buena parte de sus habitantes. Los supervivientes se refugiaron en poblaciones moriscas cercanas.Paralelamente, las tropas del virrey, destinadas a detener la espiral de violencia, inexplicablemente, quedaron apostadas en Fuentes de Ebro y no intervinieron, permitiendo así el baño de sangre.

Tras la destrucción de Codo, los montañeses se retiraron a Quinto a repartirse el botín. La noticia de lo ocurrido se difundió rápidamente. Pronto pulularon por la zona cantidad criminales que buscaban unirse a la causa de los pastores con tal de enriquecerse. Uno de ellos fue el importante bandolero Lupercio Latrás, quien fue el principal responsable de que continuasen las masacres y la violencia. Fue a voluntad de Latrás, cuyos intereses pasaban por el reclutamiento de partidarios para el conflicto antiseñorial de la Ribagorza, que se producirían las posteriores masacres de Pina deEbro.

Memoria de dicha violencia

Como tantos otros eventos incómodos en la historia, la destrucción de Codo no ha sido objeto, hasta el momento, ni de la disposición de ninguna señal conmemorativa ni de la celebración de ningún evento en recuerdo de lo sucedido.

En la época, la memoria de los hechos fue englobada en el conjunto de la llamada guerra entre montañeses y moriscos. A través de esta vinculación de los sucesos de Codo y Pina con los pequeños crímenes cometidos por los cristianos nuevos, laInquisición pudo emplear la supuesta crueldad desarrollada por los conversos en su conflicto con los pastores pirenaicos en pro de justificar el desarme general de los moriscos de Aragón en 1593. De este modo, la memoria de una masacre fue, paradójicamente, empleada políticamente para limitar los derechos de las víctimas de aquella.

Bibliografía

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